Lanzarote es una isla con una arqueología singular. De ser tradicionalmente un área olvidada para la arqueología canaria, en las últimas décadas ha experimentado, gracias al descubrimiento de numerosos yacimientos, un cambio en su relevancia como territorio clave para entender a los primeros habitantes del Archipiélago.
Este libro analiza el proceso que ha llevado a crear el registro arqueológico de Lanzarote, materia prima fundamental en la investigación de su pasado. A través de un minucioso rastreo de fuentes de muy diverso origen, se estudia el proceso por el que determinadas piezas, enclaves u objetos fueron considerados relevantes para caracterizar a quienes poblaron Lanzarote antes de la llegada de los europeos.
El resultado final es un relato que rastrea, desde principios del siglo XIX hasta la actualidad, la manera en que han ido apareciendo yacimientos, se han rescatado piezas, divulgado descubrimientos en prensa o planteada la enorme variedad de teorías y explicaciones sobre los mahos, primera población de la Isla.