El estudio presenta dos vertientes: una teórica, en la que se analizan las informaciones disponibles en las fuentes etnohistóricas y las investigaciones arqueológicas en torno a los tres aspectos mencionados, y otra metodológica, en la que se expone un conjunto de cinco montañas distribuidas en distintos lugares de Tenerife (Roque Arguayo, Montaña Tejina, Roque del Conde, La Gallardina y Roque Dos Hermanos), cuyos accesos hacia la cima aparecen ritualizados con la instalación de manifestaciones rupestres, tanto grabados como cazoletas y canales.
El estudio técnico, el análisis formal y posicional de las estaciones rupestres y la observación de una distribución territorial específica en torno a las montañas referidas, permite alcanzar una serie de interpretaciones que conectan no solo con las prácticas rituales guanches, sino también con su sociedad tribal y el tránsito que experimenta esta entre los siglos XIV y XV hacia la estratificación.
Sin pretender construir un modelo general de ritualización en torno a las montañas, el estudio muestra la creación de paisajes rituales que revelan su trascendencia para los guanches, no solo como entidades con significación religiosa, sino también como discurso legitimador para sus élites.