Enfrentarnos al Libro de Entrada y Recibo de niños expósitos de la Cuna de la isla de Tenerife supuso descubrir un documento que reúne en sus páginas el rastro de la existencia de varios miles de recién nacidos; ellos fueron apartados de sus familias nada más nacer, por variadas razones, que quedan plasmadas en un instrumento que abarca la segunda mitad del siglo XVIII.
Precisamente, su transcripción nos situó ante algunas incógnitas que hemos intentado ir resolviendo, indagando en cómo se sufragaba su mantenimiento, de dónde llegaron los expuestos, cuánto se abonaba por su crianza… y muchas otras realidades, para lo que fue necesario acudir a documentación de distinta índole, aunque relacionada, depositada en los Archivos Históricos de Tenerife.
Sus páginas nos han permitido acercarnos a todo un conjunto de mujeres, en algunos casos de matrimonios, que se constituyeron en uno de los elementos fundamentales del entramado asistencial al expósito, asumiendo, con respecto a ellos, la función de criarlos.
Nuestro acercamiento a la documentación estudiada nos ha permitido plantear una fecha hipotética, a partir de la cual podemos hablar de la existencia formal de la Cuna de Expósitos, obra pía que se impuso y ganó preeminencia sobre aquella otra de la que pudo surgir: la Cofradía de los pobres vergonzantes.